L pasado lunes día 3 algunos pudimos disfrutar de un expectáculo ciertamente raro: un eclipse anular. Un suceso formidable y breve donde los haya. Fué mi primer eclipse anular y también el mayor que he visto. A partir de aquí sólo me queda esperar el total. Pensaré en ir a Libia ó Egipto el año que viene, o en esperar que tenga lugar otro en tierras más cercanas (o en mares más cercanos, tanto da).
Astronomía aparte, este fenómeno ha servido para comprobar lo peligroso que puede ser hacer las cosas con prisa. Da igual el tiempo que inviertas/pierdas en explicar algo, al final puede que aparezca publicado de otra forma, a veces mucho más graciosa. Cómo si no podrían sugir citas tan suculentas como inverosímiles como la siguiente
Él del día 3 va a ser un eclipse anular total
Pues no. Mire ud. El que el anillo sea completo no quiere decir que el eclipse sea total. De hecho si fuese total no se vería un anillo, se vería una corona (pero esto es para nota). Si un eclipse es anular pues es anular y punto, o conoce ud. algún anillo que no de la vuelta completa. Puede is al cine y tragarse "el Señor del los tales" durante 8 horas seguidas y seguirá llegando a la misma conclusión. Los eclipses o son parciales, o son anulares o son totales. También pueden ser anulares-totales pero no porque el círculo se cierre, sino porque en el mismo eclipse hay lugares que lo ven como total y otros como anular, pero no pudend dase ambos tipos en un mismo sitio. El del pasado día 3 fue simplemente anular y no se pudo ver como total en ningún lugal del globo. Como vemos el error cometido no sólo refleja una falta de conocimientos, sino que además, por pecar de exceso en la contundencia de la afirmación se convierte en una falsedad, aunque casi nadie se percatara de ello.
Otro comentario no exento de gracia, fué aquel que decía que una vez acabada la fase de anularidad comenzaría la parte más interesante del fenómeno. Pues no. Mire ud. El día 3 ocurrió lo siguiente. En mucho lugares del planeta no apreciaron nada. En otros sólo vieron un eclipse parcial. Por el contrario, en una privilegiada franja de unos 185 km de ancho por 13.000 km de largo y sólo durante unos 4 minutos (pero no todos al tiempo), tuvimos la fortuna de poder disfrutar además de la fase de anularidad. Digo además porque en esa franja el eclipse comienza como parcial, llega a la anularidad, y se despide con otra fase de parcialidad, como pudo comprobar todo aquel que observase el fenómeno de principio a fin (iba a decir en su totalidad, pero conviene recordar que todo lo que tenga que ver con total debe ser tabú en lo que respecta a lo que ocurrió ese día). ¿Sabría alguien decirme por qué va a ser la fase más importante la tercera? Para ver un eclipse parcial no hay que esperar tanto tiempo. Mira que si despues de tanto bombo y tanto platillo un crédulo lector se perdiese el fabuloso anillo de fuego por un comentario así aparecido en la prensa. Sería de juzgado de guardia.
Y ya para acabar, ¿qué decir de la creencia, que algunos mal intencionados han conseguido extender, de que una vez pasado el eclipse mirar al Sol no entraña ningún riesgo? Más les valdría partir rumbo Oeste 2 horas antes del ocaso y apostar si acabarán con desprendimiento de retina, o por el contario sólamente se estrellarán violentamente tras quedar cegados. En este último caso, ciertamente se harían acreedores del premio Darwin del año.
Y pensar que todo esto en mis tiempos se estudiaba en la E.G.B. Tal vez se debería exigir que la asignatura de Conocimiento del Medio incluyese algún tema sobre nuestro entorno un poco más allá de la sierra Norte y la ribera del Manzanares. Glorioso día de la Hispanidad en el que se conmemora tan fausta fecha en la comenzó la instrucción de pueblos tan primitivos como los Incas. Ellos sí que sabían de eclipses y no Tintin (léase Tantan).
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