My tailor is rich ...

H, volar ... soñar que se es libre cual gurriato

Inglaterra, o al menos el condado de Cheshire tiene un no se qué que me recuerda a Holanda. Tal vez esa sea la razón por la que puestos a ir a Mánchester, y dado que no hay vuelos directos desde Madrid, me resulta de lo más apropiado hacer escala en Schiphol, y mucho me temo que antes de que llegue el verano por a tener que hacer otra paradita por allí. A este paso me voy a despertar soñando voces que me susurran “Mind your step” antes de bajar los pies de la cama. Pero dejemos este tema y vayamos al que nos ocupa.

Cheshire, o al menos su countryside, me recuerda de algún modo a Holanda. Es verde, llueve mucho pero pausadamente, y los campos verdes están salpicados aquí y allá con manchas ovinas blancas y negras. Tampoco hay mucha montaña que se otee en el horizonte, pero prestando atención algunas diferencias saltan enseguida a la vista. Los árboles que pueblan los bordes de los caminos y carreteras, tienen un crecimiento mucho más tortuoso, como si tuvieran mala conciencia de algo. En noche tormentosa deben dar hasta miedo. Por cierto, a pesar de que la primavera ya ha llegado, los estos arbolitos de ramaje sinuoso están completamente pelados, y aun así no he conseguido ver ningún gato subido en ellos. La verdad es que no he visto ni rastro de ningún gato, ni una mala mueca de sonrisa olvidada.

Por mucho que llueva no hay necesidad de evacuar el agua construyendo canales. De alguna forma extraña, a pesar de lo llano del paisaje en general, el agua se las apaña para formar riachuelos y arroyos que acaban desaguando en ríos de de verdad, o incluso en el mar directamente, lo que no deja de ser sorprendente. Al igual que la separación entre parcelas, que al estar siempre hecha con un seto, hace que la sensación de espacio diáfano que existe en Holanda se pierda. Las casas también se dan un aire, pero aquí presumen mucho más de ladrillo.

La toponímia también sugiere un origen común de ambos pueblos. Si en Holanda tenemos cosas como Noordwijk aan Zee y Noordwijkerhout, aquí hay Alderley Edge y Over Alderley. Los colores de la bandera, el Dios salve a la Reina, etc. En fin muchas cosas. Por supuesto todo sería mucho mejor si los Chesharianos hablasen inglés como los holandeses y los holandeses comiesen al menos como los ingleses, especialmente a la hora del desayuno. Donde esté un desayuno inglés que se quiten la comidas de holanda. Por supuesto que también hay que hacer notar que los ingleses conducen por el lado bueno, siguiendo la tradición romana, y los holandeses no. Es algo a lo que te acostumbras enseguida, lo cual no quita que uno se acojone siempre en las rotondas. Por cierto me han dicho que aquí los niños no van en autobús amarillo al cole, sino en taxi. ¡Qué pudientes! Y ya saben uds. que aquí los taxis o son negros o son Mercedes, y que los Opel se llaman Vauxhall.

Lo peor de Cheshire es lo de las libras. Si ya es mala la tendencia que tenemos los españoles a traducir los Euros por veinte duros, no te cuento los sablazos que te meten cuando confundes las Libras con los Euros. Desayuno inglés por 7,99 libras, y uno piensa 700 pelas y pico, no está mal. Joder que no son 700 pelas que son 2000. De todas formas como voy a gastos pagados cuanto más cueste mejor. En fin curioso sitio en el que los trenes no paran en las estaciones sino que las mandan llamar, y en el que te miran con cara de susto si pides una cerveza del país.