There is a theory which states that if ever anyone discovers exactly what the Universe is for and why it is here, it will instantly disappear and be replaced by something even more bizarre and inexplicable. There is another which states that this has already happened. Douglas Adams in "The more than complete hitchhiker's guide to the Universe"

miércoles, marzo 14, 2007

Manchegos contra la destrucción del mundo

ARECE ser que ayer Don P. Duque tuvo una intervención pública donde explicó la necesidad de que España lidere un proyecto para intentar eliminar la que a su juicio es la mayor amenaza que sufre el planeta Tierra, Apophis.

Apophis, también conocido como 99942 Apophis, antes conocido como 2004 MN4, es un asteroide de 250 m de diámetro y 20 mil millones kg de masa, de que puso hace algún tiempo (en diciembre de 2004) los pelos de punta a más de uno. Fue descubierto por aquella época y los primeros cálculos dieron como resultado que existía una posibilidad aunque remota de que impactase con la Tierra en el 2029. De hecho fue el primer objeto al que en la escala de Torino se le dio un valor de UNO. (En la escala de Torino el riesgo por impacto con un asteroide se mide de 0 a 10. 0 es riesgo cero y 10 es una probabilidad cierta de que de un impacto se destruya la Tierra por completo.)

El caso es que todo ese revuelo provocó un comprensible interés por el objeto, lo que dio fruto a una serie de medidas que resultaron en una mejor estimación de su órbita, concluyéndose que el objeto en cuestión pasaría cerca pero sin rozarnos. De esta época data la brillante idea de mandar un satélite no tripulado hasta Apophis, para que impactase con él y lo desviase de su peligrosa trayectoria. La idea era española y la sonda sería doble: la parte llamada Hidalgo se daría el castañazo y su compañera Sancho lo observaría de cerca para darnos buena cuenta de ello.

Al poco tiempo se habló de un posible impacto en el siguiente aproximamiento del tal Apophis, en un futuro más lejano si el pedazo de roca quedaba atrapado por la gravedad terrestre. Nuevas medidas y nuevos cálculos han mostrado que en el acarcamiento de 2036, la probabilidad de impacto es de una en 45.000, y en 2037 de una en 12 millones. A pesar de todo esto hay quien da un premio de 50.000$ a quien le ponga un collar al gato, para que así sepamos en todo momento por donde anda el Apophis ese.

En este estado de cosas P. Duque insiste en la amenaza real del asteroide, y en la necesidad de relanzar el proyecto Hidalgo-Sancho. Según él mismo cita, la amenaza no es ya el impacto con la Tierra sino que se destruyan los satélites de comunicaciones de los que tanto dependemos. Yo no he hecho los cálculos pero pueden estimar Ud. mismos cuantos satélites se puede cargar un bicho de 250 m de tamaño, uno o dos. El tamaño de la órbita geoestacionaria (donde se sitúan la mayoría de estos artefactos) es de 84000 km de diámetro, es decir unas 340 mil veces mayor que el propio Apophis. Vamos como matar una nube de mosquitos en un capo de tenis disparando un balín. Pues eso que te llevas por delante uno o dos.

Entonces ¿dónde está el peligro? Tal vez en el nombre. Apophis o Apofis, es el Apop egipcio, la serpiente dios del inframundo que devoraba a Ra (el Sol) todas las noches, pero sin poder matarlo del todo. Tal vez el peligro esté en el número, 99942, pues si le damos la vuelta tenemos el 666hZ que como todo el mundo sabe es el Anticristo extremeño. O tal vez el peligro esté en que Apophis era el malo de Stargate, el faraón serpiente, más malo aún que el rey Escorpión, que ya era malo, muy malo. O tal vez la explicación resida en que P. Duque ha colgado la escafandra y ha entrado en la nómina de Deimos Space, una filial del grupo español Elecnor que trabaja en el diseño, que no construcción, de misiones espaciales. Ahí le han dao.

Si se ha quedado insatisfecho siempre puede leer más por su cuenta.

http://www.deimos-space.com/Spa/company.html

http://www.elmundo.es

http://neo.jpl.nasa.gov/risk/a99942.html

http://es.wikipedia.org/wiki/(99942)_Apophis

Si Apophis pasa muy cerca pero sin darnos, ¿no sería mejor hacer experimentos con objetos que el el caso de fallar no lo acabemos estropeando? Si el objeto se desvía en la dirección contraria, más de uno se alegraría de no tener que pagar la hipoteca al banco. Y si revienta, ¿qué es mejor, que caiga enterito como una bala o a trozos como las postas? Los experimentos con gaseosa, pro favor.

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