The Recoil and No Flush effects
EAR colleagues
For no particular reason, I am tempted to write this post in English but, since I am not a native speaker and I already put to many typos when writing in my mother language, I will rather stop here. Bye.
1. Recoil
Lo que a continuación les cuento es un sucedido que aconteció un miércoles cualquiera de vayan Uds. a saber que semana. Pero prosigamos. Me hallaba yo en mi oficina, elucubrando, reflexionando o especulando, cuando me llegó mi hora All Bran ?que dicen ahora--, por lo que me encaminé al aseo no sin antes tomar precauciones. ¿Precauciones? Si precauciones.
De todos es sabido que pillar un algo en un retrete es de lo más difícil --a pesar de lo cual la gente no deja de insistir que ha tenido que ser así--. No obstante no resulta imposible si le higiene está un poco descuidada y todo por el efecto retroceso. ¿Qué no se habrá inventado para evitar el efecto retroceso? Las distintas culturas prueban distintos diseños de inodoros, pero las leyes de la Física están ahí para cumplirse. A toda acción sigue una reacción, lo que unido a la alta tensión superficial del agua y a que los mojones son sumergibles, hace que a veces corramos un riesgo no nulo de mojarnos el culete en tales circunstancias. De aquí la importancia de mantener el inodoro si no desinfectado por lo menos perfectamente higienizado. Pero sin pasarse.
Animadas por este pulcro afán, ya hace algún tiempo que las empleadas del servicio de limpieza terminan sus labores en los inodoros vertiendo en ellos medio litro de amoniaco puro. Limpio quedará muy limpio pero resulta hasta peligroso. Es en estas situaciones donde hay que agudizar el ingenio: o bien tiras de la cadena antes de empezar la faene o bien cubres el amoniaco, que no agua, con varios recortes de papel higiénico pera aliviar la tensión (superficial). La opción primera es sin duda más solidaria, pues ahorra papel y agua, pero si tenemos en cuenta que la cisterna tarda más de diez minutos en rellenarse, a veces hay que escoger la segunda. Dicho y hecho, pero como luego se verá fue una decisión muy equivocada.
2. No flush
Muy equivocada. El mismo día 30 minutos antes, el Canal de Isabel II se puso a reparar una avería con el consiguiente corte el en suministro. Media hora es tiempo más que suficiente como para que otra persona haga uso del inodoro, gastando la única carga de agua disponible. Coincidencias de la vida. Si hubiera decidido la opción a, me hubiese dado cuento del problema a tiempo ... Ahora el problema era doble, un inodoro doblemente inutilizado. Corrí a mi mesa para escribir una nota avisando del peligro que encerrado, pero sonó el teléfono. Y mientras atendía la llamada oí unos pasos avanzando por el pasillo que denotaban ... ¡Noooo! --grité-- no se puede entrar.
--¿Y dónde voy yo ahora?
--No lo se, pero ahí no se puede entrar
--Pues vaya
--Mira tenemos un total de 18 asos, con un poco de suerte aún habrá alguno con la carga de la cisterna intacta--. Puse la nota en la tapa y me fui a tomar el café antes de que el agua de la máquina se acabase, donde aproveché para informar al personal de las dificultades que estabamos atravesando, y que durarían hasta las 14 horas aproximadamente.
3. Epílogo
Y yo me pregunto, ¿no es este un sucedido digno de ser investigado por los mejores periodistas del inframundo y la paranormalidad? Estoy convencido que tal sucesión de hechos no puede ser fruto de la casualidad. Ánimo Iker, íncale el diente.
Obviamente este post va sin ilustraciones.
Etiquetas: del mar y de los peces