El Gurriato va a la montaña I

Ya fuese por la gentíl apostura de nuestro grupo, por lo bien pertrechados que íbamos (lo que nos hacía parecer unos expertos senderistas), o por cualquier otro motivo, el centenar de jubilatas se aprestó a seguir nuestros pasos. Chemalone redobló el rimpo de marcha estirando el largo grupo, que ya zigzagueaba colina arriba. Al poco tiempo, fuí yo el que quedé rezagado, cerrando filas con una compañera con la que desde hacía tiempo pretendía yo elevar la categoría de nuestra amistad al grado de con derecho a roce. Desde abajo el espectáculo era para no olvidar, como ahora doy prueba de ello. Chemalone delante, resoplando y sin detenerse a mirar que sucedía a su espalada. El centenar de excursionistas detrás de él, ordenados no por su condición física sino por su determinación. Finalmente, intercalados aquí y allá los integrantes del grupo de amigos.

---Y así debe ser---, dije yo, ---pero me temo que ni uds. ni nosotros sabemos donde vamos. Es lo malo de dejarle ir el primero---, apostillé señalando con la barbilla a nuestro líder, --- siempre escoje la senda más empinada---. Y el pobre diablo se desmoronó.
Nosotros nos reunimos por fin al pie de un remonte. La vista de los lagos, 300m más abajo era impresionante, y la del camino por donde habíamos ascendido aún más. Poco a poco, ayudándose unos a otros como buenamente pudieron, los intrépidos expedicionarios se fueron incorporando e iniciaron el largo camino de vuelta a casa. Tras una breve pausa, Chemalone propuso subir a la cima más cercana: sólo dos le acompañamos. Arriba el aire era más puro, los lagos se veían más pequeños y un par de autobuses abandonaban el aparcamiento con un centenar de turistas escarmentados y arrepentidos de seguir a nadie sin preguntar antes donde va.
Con el tiempo me enteré que nuestro hombre era un ajente secreto de la SS (Seguridad Social), que tenía como única misión la eliminación de pensionistas de alto coste, los famosos LSV (longevos, saludables y/o viajeros), facilitando el equilibrío de las arcas del Estado. Le gustaba tanto su trabajo, que en vacaciones lo llevaba a cabo simplemente por amor al arte. Hombres de auténtica dedicación como él son lo hacen falta para cambiar el rumbo de este País.
Nosotros nos reunimos por fin al pie de un remonte. La vista de los lagos, 300m más abajo era impresionante, y la del camino por donde habíamos ascendido aún más. Poco a poco, ayudándose unos a otros como buenamente pudieron, los intrépidos expedicionarios se fueron incorporando e iniciaron el largo camino de vuelta a casa. Tras una breve pausa, Chemalone propuso subir a la cima más cercana: sólo dos le acompañamos. Arriba el aire era más puro, los lagos se veían más pequeños y un par de autobuses abandonaban el aparcamiento con un centenar de turistas escarmentados y arrepentidos de seguir a nadie sin preguntar antes donde va.
Con el tiempo me enteré que nuestro hombre era un ajente secreto de la SS (Seguridad Social), que tenía como única misión la eliminación de pensionistas de alto coste, los famosos LSV (longevos, saludables y/o viajeros), facilitando el equilibrío de las arcas del Estado. Le gustaba tanto su trabajo, que en vacaciones lo llevaba a cabo simplemente por amor al arte. Hombres de auténtica dedicación como él son lo hacen falta para cambiar el rumbo de este País.
Etiquetas: volando voy ...
7 Réplica(s)
Después de leer con suma atención su comentario he de decirle que el desenlace me ha dejado perplejo. Tan perplejo como aquel que iba caminando por la calle con un ataud bajo el brazo. Oiga, le dijo un transeunte con el que se cruzó, ¿porqué lleva un ataud bajo el brazo? Y el interpelado, claro está, se quedó perplejo.
Estaba convencido que se trataba de una didáctica parábola de matiz político: pongan a un autómata descerebrado a caminar por una senda y miles de imbéciles le seguirán sin preguntarse a donde van
dom feb 12, 11:59:00 p. m. CET
Señores un poco de calma. El cuento va de lo que va, pero como en el Quijote, siempre se le pueden buscar tres pies al gato. No se me había escurrido tal interpretación, pero si les gusta se lo regalo. Le cambian el final, que no es más que una reflexión y yau. No obstante lo del autómata y los imbéciles es cierto (sobre todo con lo imbéciles). Flautistas de Hamelín hay por todas partes, lo malos o buenos que sean dependerá de la música que toquen. Abur.
mar feb 14, 07:20:00 p. m. CET
Yo no me refería a Zetape sino (también) a algún presidente de algún equipo, a algún ayatolá, a algún predicador, a algún polìtico, a algún programa de televisión, a alguna moda...
Una cosa Don Gurriato: ese abur con el que nos despide últimamente es una deformación del agur euskara o es una expresión pajaril?
mié feb 15, 12:05:00 a. m. CET
Que ya va siendo hora de bajar de la montaña.
mié feb 15, 11:24:00 p. m. CET
Hombre Nico, Ud. por aquí. Un poco de paciencia que estoy migrado
mié feb 15, 11:58:00 p. m. CET
Yo no soy Nico
jue feb 16, 10:17:00 a. m. CET
Como no bajas de la montaña subiré yo a cumplir la promesa:
dia 16 sudokus: 1-3-8-3 7-2-3-7
jue feb 16, 01:55:00 p. m. CET
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