La mala educación
Señores viajeros.
Renfe les informa que de acuerdo con la normativa vigente,
está prohibido fumar en todo el recinto de la estación.
Renfe les informa que de acuerdo con la normativa vigente,
está prohibido fumar en todo el recinto de la estación.
Renfe, ¿qué Renfe? Querrá Ud. decir Adif. Fuere por esto o por simple mala educación, el caso es que abunda el personal que fuma en los andenes de la madrileña estación de Atocha. Eso sí, tiran el pitillo al suelo antes de subir al convoy. Algo es algo.
En estas estaba esperado mi tren, cuando me percato de que en el andén contíguo un chorrito que cae sobre las vías delata que alguien está haciendo uso del servicio en una unidad con destino Aranjuez. Vale que se fume, pensé, pero orinar en la estación es el colmo. Le gente es que desconoce las más mínimas normas de urbanidad. Entendiendo por urbanidad cierto respeto por el prójimo en ambientes urbanos. Cierto es que el cartel advirtiendo de abstenerse de usar los lavabos mientras el tren está en una estación ha desaparecido prácticamente, pero a poco que se piense ...
El caso es que el chorro seguía saliendo y aquello me pareció a mi un tanto extraño. De ser una medada duraba más que la más larga meada que yo hubiese visto: una de Tom Hanks en una película de la que sólo se salvaban él y Madonna, "A league of their own", que aquí llamaron "Ellas dan el golpe". Como quiera que los cristales de los lavabos tranviarios son translúcidos pero no opacos del todo, a pesar del tomo de mierda depositado, pude apreciar que el sujeto allí metido no estaba orinando sino lavándose y refrescándose la cara y el cuello, atusandose el cabello, etc. Joder, vaya un sitio para acicalarse, pensé yo. Tanto me llamó la atención semejante situación que acabé por tener la curiosidad picada por saber qué aspecto tendría una persona que se tira diez minutos en un lavabo de un tren, no metiéndose un viaje ni escondiéndose del revisor, sino símplemente tomandose un respiro.
Y en esto llegó mi tren, monté en él y marché de allí sin poder satisfacer mis cuitas. Pero no me fui a casa, sino a la consulta de mi odontólogo, que por 80 leuros me empastó dos caries. Y tanto empeño puso en hacerlo bien que metió más masa de la que hacía falta y por eso tengo hoy los dientes largos. Me marcho otra vez a que me los repasen antes de me que tope con alguna Caperucita. Queden con Dios.
En estas estaba esperado mi tren, cuando me percato de que en el andén contíguo un chorrito que cae sobre las vías delata que alguien está haciendo uso del servicio en una unidad con destino Aranjuez. Vale que se fume, pensé, pero orinar en la estación es el colmo. Le gente es que desconoce las más mínimas normas de urbanidad. Entendiendo por urbanidad cierto respeto por el prójimo en ambientes urbanos. Cierto es que el cartel advirtiendo de abstenerse de usar los lavabos mientras el tren está en una estación ha desaparecido prácticamente, pero a poco que se piense ...
El caso es que el chorro seguía saliendo y aquello me pareció a mi un tanto extraño. De ser una medada duraba más que la más larga meada que yo hubiese visto: una de Tom Hanks en una película de la que sólo se salvaban él y Madonna, "A league of their own", que aquí llamaron "Ellas dan el golpe". Como quiera que los cristales de los lavabos tranviarios son translúcidos pero no opacos del todo, a pesar del tomo de mierda depositado, pude apreciar que el sujeto allí metido no estaba orinando sino lavándose y refrescándose la cara y el cuello, atusandose el cabello, etc. Joder, vaya un sitio para acicalarse, pensé yo. Tanto me llamó la atención semejante situación que acabé por tener la curiosidad picada por saber qué aspecto tendría una persona que se tira diez minutos en un lavabo de un tren, no metiéndose un viaje ni escondiéndose del revisor, sino símplemente tomandose un respiro.
Y en esto llegó mi tren, monté en él y marché de allí sin poder satisfacer mis cuitas. Pero no me fui a casa, sino a la consulta de mi odontólogo, que por 80 leuros me empastó dos caries. Y tanto empeño puso en hacerlo bien que metió más masa de la que hacía falta y por eso tengo hoy los dientes largos. Me marcho otra vez a que me los repasen antes de me que tope con alguna Caperucita. Queden con Dios.
Etiquetas: volando voy ...
3 Réplica(s)
De tu comentrio deduzco tres conclusiones:
1.- Que la renfe, o como ahora se llame, no sabe redactar en castellano ((el verbo informar rige "de" "informa de que....
2.- Que es de mala educación lavarse la cara durante diez minutos en las estaciones ferroviarios
3.- Que a los gurriatos les crecen los dientes y han de afilarselos
vie dic 15, 12:26:00 a. m. CET
Querida Regaltena
Tienes razón en el punto 1), de hecho a lo mejor he matido yo la pata, pero es muy probable que el original fuese así. Trataré de confirmarlo.
En el item 2) no estoy de acuerdo ... pero siempre es mejor poner un cartel que diga en la puerta NO USAR que entrar en discusiones sobre lo que se puede o no se puede hacer mientras el tren permanece en la estación. En lo que a mi respecta si sólo es agua limpia va bene.
3) A los gurriatos simepre se les ponen los dientes largos de vez en cuando. Sino malo.
vie dic 15, 09:28:00 a. m. CET
Vamos a ver...
Tanto quejarnos de que el Presidente se lleve 15 cocineros y no sé cuanto más séquito a las vacaciones...
Y para una vez que le da por viajar en transporte publico, le ponemos pegas.
Es que nos quejamos de vicio.
Ah, y la del agua, era Sonsoles probando la escafandra en el lavabo.
Tiene mono...
dom dic 17, 09:31:00 p. m. CET
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del pingüino